miércoles, 24 de octubre de 2012

Knockin' on Heaven's Door

Nombre en español: Tocando en las puertas del cielo.
Género: Comedia Dramática.
Año: 1997.
País: Alemania.
Director: Thomas Jahn.
Guionista: Thomas Jahn.
Actores/Actrices Principales: Til Schweiger, Jan Josef Liefers.


Sinopsis: Dos enfermos de cáncer terminal, en una carrera por vivir y ver el mar, pues el mar al parecer es de todo lo que hablan en el cielo.

Ensayo: Una historia que parte inicialmente de una escena en un tren, dos seres totalmente incompatibles, uno un fumador nada cortés, y el otro que también casualmente abordase el mismo tren, siendo éste un correcto a morir... literalmente. Es entonces pues, que se reencuentran en el mismo hospital y son designados a la misma habitación, para disgusto de ambos, su situación: están muriendo de cáncer y les queda poco tiempo.

Unos dispares personajes en medio de sus diferencias, uno que mezcla insolencia con humor y el otro que sintiéndose desencajado por los modales del otro, sigue aún siendo cortés, es entonces que en una escena poco menos que inolvidable, encuentran tequila en la habitación, como si por designio divino se tratase, y de ahí se dirigen a la cocina del hospital, encontrándonos al parecer siguen en la misma suerte, pues dán al encuentro con una alacena llena de limones que terminan desparramados por el suelo; allí pues se libera la previa tensión y terminan conversando del cáncer que padecen, uno de ellos haciéndole ver al otro que si no ha visto el mar no tendrá nada de qué hablar en el cielo, es así como deciden escapar del hospital y emprender un viaje a verlo, primero tomando un carro de unos desconocidos en el estacionamiento del hospital, carro que resulta ser una entrega que unos mafiosos deben hacer, por tanto no puede ser reportado directamente, y entonces comenzarán su camino los protagonistas de éste film, con planes que hacen sin muchas cavilaciones previas, pero que les resultan siempre saliendo a su favor.

En éste film, se aprecia como entre los entreveses de la vida, se advierten momentos de drama, entre una continua incitación a sonreir y reir, pero a la vez a conmoverse -como diría Buster Keaton: "La tragedia es un close-up (enfoque de cerca), la comedia es un long-shot (toma de plano largo)"- y se dá el paso a una ósmosis por medio de su amistad, uno ganando más humanidad y benevolencia, y el otro ganando bríos en sus actos, todo unido a escenas que transcurren desde el más sutil compás existencialista hasta la rapidez de una cinta de acción.

Comienzan su camino, con asaltos que tienen más humor que elementos de violencia, es entonces que el personaje de comportamiento correcto, es hecho aparecer como rehén ante los medios, para que la policía no actúe en contra, logrando así carta libre al camino que piensan seguir, y a la vez ganar tiempo; pues ya no es sólo ir al mar, sino cumplir un deseo de una lista que anotase cada uno y que el otro eligiese un número al azar, adicionando aquí otra vez el elemento de uniones al azar, de una dinámica azarosa, tal cual como en la vida no podemos determinar con exactitud que nos depara el momento siguiente, siendo éste elemento el cual ensambla la narrativa en éste film: lo imprevisible e inesperado, versus la certeza de un fin físico.

Éstos personajes van dispuestos a seguir su travesía, pues es su muerte anunciada la que más que quitarles una oportunidad de vivir, es lo que les impulsa a vivir más aún, para irse en paz, sin miedos y sin arrepentimiento, pues no sólo es la consecución de sucesos y el logro, sino también importa es el camino. Siguen una travesía que va desde robos, ir y hospedarse en sitios de lujo, ser casi atrapados por la ley y por los mismos maleantes dueños del carro, pero siempre logrando esquivar y sortear dichas rémoras.

En un momento, uno de ellos descubre así que el otro tampoco ha visto el mar, y es cuando más intentan a contrareloj llegar, pudiendo ser otra metáfora el mar como la vida misma, reflexión, encuentro interno y la representación de lo incognoscible, o como una simple excusa y motivo para todo éste trajinar del film, sin dejar de más el pensamiento que así como también aparecimos tal cual como el mar y su vida, somos parte de algo mayor que uno mismo.

Una película con un argumento que aunque simple, dista de los temas y la apreciación convencional de la vida, pues ¿qué sino cuando muchos ya sabiéndose cercanos a la muerte inminente es cuando se ven obligados a vivir con más ímpetu y a la vez con más benignidad y respeto de cada momento, momentos para ser vividos al máximo, cuando ya no hay miedos pues no hay nada que perder?

Dejándo así una interrogante para la misma audiencia ¿No son entonces todos los seres vivos quienes nacemos con una muerte anunciada, sólo que aún no sabemos su día, y éstos mismos seres quienes deberían ser responsables por vivir el corto tiempo que nos es dado?

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