Cántame como las ranas:
¡cróame!
pero no te vayas...
Si te vas me esconderé,
me esconderé bajo la sábana.
Cántame como el viento:
¡susúrrame!
pero no te escapes...
Si te escapas me escaparé,
me escaparé de ésta tierra.
Cántame como los grillos:
¡chirríame!
pero no decaigas...
si decaes, apagaré las luces,
me iré a dormir.
Cántame como el fuego:
¡chisporrotea!
pero no te apagues...
si te apagas, todo cesará,
si la flama interna cesa.
Cántame como el corazón:
¡late!
pero no te detengas...
si te detienes, la sangre se secará,
nido vacío, abrojo y hierba seca.
Cántame como la ola
¡revienta!
pero no mates tu furia...
prefiero de arena ser,
a ser una roca en la nada.
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